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Aguirre y Pichincha 418
Guayaquil, Guayas
EC 593
FONDO DE HEMEROTECA UNIVERSIDAD DE LAS ARTES
La historia de diario EL TELÉGRAFO está ligada al desarrollo del periodismo moderno en Guayaquil porque nació como un proyecto de modernidad cultural, en el contexto de las luchas políticas entre conservadores y liberales, hacia la segunda mitad del siglo XIX.
La figura del liberal Juan Murillo Miró –hijo de Manuel Ignacio Murillo, propietario de la primera imprenta de la ciudad y quien fundó, en 1821, el primer periódico del puerto, El Patriota de Guayaquil- fue determinante en los primeros años de existencia del medio impreso, pues, luego de su exilio chileno, regresó al país en 1896 e incorporó a José Abel Castillo como administrador, quien a la postre se convirtió en el nuevo dueño del periódico, cuando Murillo se mudó a Quito por razones de trabajo.
Los últimos años del siglo XIX fueron fructíferos porque se adquirieron modernas máquinas de impresión y en 1896 se incorporó a algunas de las mejores plumas de ese tiempo, como Modesto Chávez Franco y José Antonio Campos, alias ‘Jack The Ripper’. Entonces, nuestro medio acogió la idea del ‘repórter’, el periodista que sale a la calle en busca de la noticia, correspondiéndole a José Vicente Peñafiel el desempeño de un puesto de trabajo que propició el nacimiento del periodismo profesional.
A partir de 1899, José Abel Castillo asumió, solo, la dirección del periódico en la sede de Pedro Carbo entre Ballén y 10 de Agosto. Esta casona, lamentablemente, se consumió en el ‘incendio del Carmen’, el 16 de julio de 1902. Cuatro años después, las instalaciones de EL TELÉGRAFO fueron diezmadas por una turba de salteadores cuando el periódico condenó la forma como Eloy Alfaro llegó, por segunda vez, al poder, deponiendo al presidente Lizardo García. El mismo espíritu republicano y progresista demostróm EL TELÉGRAFO en noviembre de 1922, cuando condenó la matanza que perpetró el gobierno de José Luis Tamayo, a los artesanos y obreros guayaquileños, pronunciamiento que le valió el exilio a su director.
Este acendrado espíritu liberal catalizó la apertura a distintas manifestaciones culturales, en espacios ilustrados como ‘El Telégrafo Literario’ (1913-14) y ‘Semana Gráfica’ (1931-1939), con la participación de escritores e intelectuales de fuste que publicaron en las páginas de EL TELÉGRAFO: Manuel de J. Calle, Camilo Destruge, Vicente Paz Ayora, Miguel Valverde, Wenceslao Pareja y Pareja, José Antonio Falconí Villagómez, Medardo Ángel Silva, J. J. Pino de Icaza, Francisco Falquez Ampuero, Adolfo H. Simmonds, Abel Romeo Castillo, Francisco Ferrándiz Alborz, José de la Cuadra, Alfredo Pareja Diezcanseco, Demetrio Aguilera Malta, Francisco Huerta Rendón, entre otros; así como artistas del lápiz, de la talla de Virgilio Jaime Salinas, Miguel Ángel Gómez y Antonio Bellolio (quien también escribía), y destacados fotógrafos como Manuel Ocaña, Miguel Jordán, José Enrique Escobar, Fausto Escobar, Luis Arévalo, Elio Armas.
Guayaquil - Ecuador
Biblioteca de las Artes
Martes a sábados de 10h00 - 17h00
Para la manipulación de los tomos históricos traer guantes y mascarillas.